El cielo puede esperar

Hasta que no hayas bajado al infierno no podrás saborear el cielo

lunes, 7 de noviembre de 2011

Un hilo de luz entre los muros

Enredada en la oscuridad, se funde mi realidad,
protegida por el silencio y un tenue frío son el abrigo de tu alma,
si te acostumbras a su calor pronto desaparecerás,
y de ti solo el recuerdo quedará.


Si siempre esperas se desvanece la auténtica esencia,
no solo idealizas que contaminas la verdad,
adornas intentando suavizar el golpe,
resultando un surrealismo inseguro.


Todo llega, todo pasa,
hay que ser cauto, pero no cobarde,
hay que ser valiente, pero no temerario,
con los pies bien anclados a la realidad.


El momento en el que decides abrir los ojos y encararte a la vida es el primer día del resto de tu vida.